Ciudad Vaivén.
El día jueves 9 de octubre dimos por finalizado en el Parque Biblioteca Guayabal un proceso que iniciamos en febrero de 2014 con adultos mayores pertenecientes a la Comuna 15, el Laboratorio de alfabetización digital Ciudad Vaivén. Los participantes fueron, durante más de 6 meses, habitantes de una ciudad imaginaria y sentida que los atrapó de una manera tan fuerte que hasta grabaron en sus vidas un nuevo gentilicio: los vaivenitas.
Durante el desarrollo del proceso el equipo de trabajo de la biblioteca comprendió que todo aprendizaje debe estar vinculado a las emociones y a la cotidianidad; razón por la cual los rituales fueron parte fundamental del laboratorio. Cada tres o cuatro sesiones se generaba un espacio para darle un paseo a los sentidos, para recordar, para escuchar música, contar recuerdos, sacar las penas. Así, el 9 de octubre, el último encuentro de este proceso, no fue menos que especial y maravilloso. Tuvo todos los ingredientes: risa, nostalgia, descargas, fotos, abrazos y muchos “nos volveremos a ver”. Sensaciones que quedan latiendo con fuerza en el corazón de los que participamos en este espacio maravilloso en el que unas personas mayores vinieron a la biblioteca para aprender sobre tecnologías, y terminaron enseñándonos lecciones muy valiosas sobre la vida. 
El laboratorio.
El laboratorio de alfabetización digital Ciudad Vaivén es un proyecto del Parque Manuel Mejía Vallejo - Guayabal orientado a la población de adultos mayores de la comuna 15. Su primera versión comenzó en el mes de febrero de 2014 y terminó en la última semana de septiembre del mismo año, dejando unos resultados más que satisfactorios tanto para los participantes, como para la biblioteca.
El proyecto tiene como principal objetivo fomentar el uso y apropiación de las TIC en los adultos mayores de la comuna para generar en ellos habilidades que les permitan ser autónomos en la resolución de algunos problemas cotidianos relacionados con el ámbito digital.
Ciudad sentida, ciudad vivida.
El proyecto se desarrolla en una ciudad imaginaria que se va configurando con las historias, recuerdos, anécdotas y saberes de los participantes. En esta ciudad hay unos lugares especiales a través de los cuales sus habitantes van transitando para aprender cosas relacionadas con la tecnología, pero también para compartir su experiencia de vida y sus conocimientos.
Así, los participantes llegaron a la Terminal para prepararse para este largo viaje. Luego,
en la Botica de la ciudad hablaron de pócimas para aliviar el dolor del cuerpo y el alma. En la Oficina de correos escribieron sus recuerdos en cartas que bien pudieron recorrer el mundo entero, a través de la red. Como en toda ciudad, existe un lugar para bailar y compartir canciones, una Heladería colmada de juventud. El Periódico avivó al reportero que todos llevamos dentro para contar historias del barrio. En el Restaurante las recetas se escribieron en verso y un sabor inmenso. La Emisora Radial removió la nostalgia de los vaivenitas que quedó narrada en cortos relatos. En la Tienda, ese espacio de socialización que hay en cada esquina, se tejieron redes sociales, de conversación y barullo. Finalmente, la escuela fue ese lugar de aprendizaje, al que los vaivenitas asistieron dos veces por semana, durante 7 meses, para conocer y aprender usar las TIC en sus cotidianidades.
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